Aunque un hombre inocente fue arrestado cuando Yura fue acosado sexualmente, todavía estaba asustado y no podía decir en voz alta: "Esta persona no es un acosador sexual". Traumatizada por el incidente y temerosa de los hombres, Yura permaneció en silencio como bibliotecaria. Un día conoce a un hombre acusado de fraude por primera vez en muchos años. Un hombre arruinó su vida haciéndolo enojado y sexual, pero su hombre Yura aceptó todo con culpa y simpatía … y finalmente.
